Una de las propiedades más importantes de la boswellia es su capacidad para reducir la inflamación en el cuerpo. Las sustancias activas ayudan a eliminar la inflamación, que puede estar asociada con diversas enfermedades. En particular, la boswellia es eficaz en el tratamiento de la artritis, el asma y la inflamación intestinal. Calma la inflamación y reduce el dolor asociado a estas enfermedades. Además, la boswellia contiene poderosos antioxidantes que protegen las células del cuerpo de los efectos nocivos del estrés oxidativo. Esto es especialmente importante para mantener la salud general y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, la aterosclerosis. La boswellia también tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación y el dolor en las articulaciones. Esto lo hace útil para tratar la artritis reumatoide, la osteoartritis y otras enfermedades relacionadas con la salud de las articulaciones. El uso de boswellia puede mejorar la movilidad articular, reducir la inflamación y afectar positivamente la calidad de vida de las personas que padecen estas enfermedades. La boswellia es muy importante para la piel. Puede ayudar a reducir la inflamación que se produce en la piel y se usa para tratar la psoriasis, el eccema y otras afecciones de la piel. Sus propiedades antiinflamatorias ayudan a calmar la piel, reducir el picor y mejorar el estado general de los problemas cutáneos. Igualmente importante es el papel de la boswellia en el apoyo al sistema inmunológico.
